Luego de un camino duro pero lleno de satisfacción, similar al que se recorre al subir a una de las muchas montañas que rodean mi natal Bogotá, es hora de pararse en la cima y ver el paisaje, cosechar los frutos de años de planeación, de esfuerzo y compromiso con un objetivo en mente: Felicidad.
Estoy convencido que este es el sentido de la vida, no el dinero, no el poder, no el conocimiento frío y puro, sino la simple Felicidad, ja ja simple!!.
Para mí, todo lo demás es accesorio, creemos que necesitamos muchas cosas cuando sabemos que cuando tenemos felicidad verdadera (en la medida que prefieras estimado lector) podemos sentarnos y disfrutar la vida realmente.
No soy un tipo de muchos lujos, dejé de buscar el dinero como fin hace algunos años. Tuve una experiencia que me mostró que el dinero no sirve para nada si no se tiene con quien compartirlo: familia, amigos, amores, etc. Y que cuando se comparte, en realidad el dinero no es obligatorio, hasta una simple café puede generar un momento memorable.
Ahora bien, me permito presentar sin más arandelas la culminación del proyecto de vida 2025.
Gracias por leer y atender mis simples comentarios.
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